Estudiarán impactos de incendios forestales sobre bosques de Araucaria araucana en el sur de Chile

Estudiarán impactos de incendios forestales sobre bosques de Araucaria araucana en el sur de Chile.

23 September 2015

published by www.forestal.udec.cl


Chile– Con el objetivo de formular proyectos de investigación en torno a los impactos sobre la vegetación y la población circundante generados por los incendios ocurridos en marzo de este año en la Reserva Nacional China muerta, Reserva Nacional Malleco y Parque Nacional Tolhuaca; el Dr. Juan Ramón Molina, Ingeniero en Montes de la Universidad de Córdoba, España, realizó un programa de visita durante julio y agosto, para trabajar en conjunto con el Dr. Fernando Drake de la Facultad de Ciencias Forestales de la U. de Concepción y CONAF.

Esta alianza comenzó el año 2007, cuando el científico español visitó nuestro país para estudiar la gestión de paisajes de conservación, específicamente con especies de Nothofagus y Araucaria araucana de la Región de la Araucanía, y posteriormente en el año 2009 el investigador visitó Valparaíso luego de los incendios con el objetivo de estudiar sus efectos, tomando conciencia en esa visita, sobre la diferencia de este tipo de siniestros en nuestro país y Europa. Estas experiencias lograron motivar su participación en la formulación de proyectos en torno a los impactos de los incendios ocurridos durante este año en el sur de nuestro país.

El profesor Dr. Fernando Drake quien ha estudiado la especie Araucaria araucana durante años señala lo importancia de este tipo de colaboración para la conservación de nuestras especies nativas, “tanto es así que el Dr. Molina es parte integrante del equipo de investigadores españoles, italianos, argentinos y chilenos, lo que ha generado varias publicaciones ISI y participación en congresos internacionales avanzando significativamente en el conocimiento de frontera de la especie forestal Araucaria. Los estudios relacionados a la genética, silvicultura y manejo de esta especie endémica y emblemática, establecen desafíos futuros para llevar a cabo una relevante publicación que resuma a través de un libro los avances logrados a la fecha”, señaló.

Cabe destacar que estos proyectos, se enfocarán en el monitoreo de los impactos derivados de los incendios pasados, sobre todo de los más recurrentes. Un ejemplo de ello, es que en este año 2015 se quemó parte de la superficie que se había quemado el año 2002, y la baja vegetación que se estaba recuperando volvió a lo que fue el año 2002. Y aunque las especies de Nothofagus y Araucaria están adaptadas al fuego bajo un régimen de cada 50 ó 30 años con condiciones particulares y en una época del año e intensidad específica, no están adaptadas a un gran incendio de alto combustible que se repita cada 13 años con la misma intensidad. “Actualmente no existe información sobre cómo reaccionará la vegetación y el paisaje ante el cambio de régimen de incendio, estas condiciones son nuevas, pero este problema no es sólo chileno, es mundial, podemos ver referencias en Canadá, Australia y otros”, destacó el Dr. Molina.

Por otro lado, el Dr. Molina explica que aunque los incendios siempre han existido, no habían ocurrido con la frecuencia e intensidad que se manifiestan hoy en día, “antes teníamos incendios cada 30 años y ahora cada 15, antes el fuego se propagaba bajo los árboles, y ahora es por la copa de los árboles, antes se desarrollaban en enero y febrero y ahora tenemos incendios graves en marzo, todas estas condiciones se deben al cambio climático, afectando al régimen del fuego”, destacó el Dr. Molina.

Con respecto a la situación chilena, el especialista español señala que es necesario ser proactivo y no reactivo, “los cambios están sucediendo y hay que tomar medidas desde ya, los dispositivos de combate y prevención deben estar más adaptados, para estar en alerta durante todo el año”, destacó.

Señala que al igual que en Europa, es necesario priorizar las áreas circundantes a viviendas o zonas turísticas, “estos sitios de la naturaleza pueden tener un impacto más allá del nivel ecológico o paisajista”, destacó. Sin embargo, a diferencia de Europa, Chile tiene el problema de la accesibilidad, pues ante los desniveles que posee la Cordillera de los Andes los dispositivos de combate no tienen un fácil acceso.

Es necesario recordar que para que un incendio sea intenso se deben dar tres tipos de condiciones, primero la disponibilidad del combustible, condiciones de temperatura y humedad particular, y velocidad del viento, si estas tres condiciones se encuentran alineadas en la misma dirección es posible que se produzca un siniestro como el que hemos visto durante los últimos años. Cabe destacar que siempre está presente el factor 30 que nos indica alerta de incendio: humedad relativa inferior a 30%, temperatura del ambiente superior a 30ºC y viento superior a 30 km/h.


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