Fuego arrasa y contamina
Fuego arrasa y contamina
12 February 2011
published by www.laprensa.com.ni
Nicaragua — Las malas prácticas ambientales hicieron que los pinos de Nueva Segovia desarrollaran una corteza de hasta tres pulgadas de grosor, para defenderse de los incendios forestales. Aún así, no es suficiente.
Ésta es una de las principales preocupaciones del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), ya que la pérdida de bosques jóvenes limita la capacidad de la tierra de garantizar alimentos en el futuro.
Así lo aseguró el doctor en medio ambiente Alejandro Sevilla, director de Emergencias y Desastres del Marena, departamento que está a cargo del Plan Contingente de Prevención y Control de Incendios Forestales.
Según Sevilla, los pinos segovianos de 35 años mejor adaptados a las inclemencias de estos tiempos que sus antepasados, gracias a una gruesa corteza, pero los más jóvenes son los que se queman más rápido cuando hay incendios forestales, de modo que se pierde la regeneración natural de los bosques.
Para evitar los incendios forestales Nicaragua cuenta con unos 4,000 brigadistas voluntarios, distribuidos en unas 400 brigadas en todo el país.
FUEGOS CONTAMINAN
Los fuegos son un problema ambiental que aumentan la contaminación y los desastres, expresó Sevilla, porque dejan la tierra propensa a la sedimentación y los deslaves, pero además disminuyen el recurso del agua, la cobertura forestal, y aumentan el calentamiento global.
En Nicaragua existen cinco puntos críticos por incendios forestales, afirmó Sevilla.
Éstos son León y Chinandega en occidente; Nueva Segovia, Estelí y Madriz en la zona central; la Región Autónoma Atlántico Norte (RAAN); Masaya, Granada y Rivas en oriente; así como Wawashang, en la Región Autónoma Atlántico Sur (RAAS).
Los datos del Marena indican que de noviembre a la fecha han ocurrido 26 incendios forestales.
De mantener este ritmo, para cuando termine la temporada, en mayo, la cantidad apenas superaría los 50 incendios. Esto mantendría la tendencia de los últimos siete años, de disminución de las quemas. En el 2010 se registraron 160 incendios forestales, en 2009 la cantidad fue de 220.
