“No existe una receta que evite los incendios forestales”
“No existe una receta que evite los incendios forestales”
16 August 2006
published by www.laopinioncoruna.com
por J Carneiro.Vigo
Manuel Marei / doctor e ingeniero de montes de laUniversidad de Santiago de Compostela: “No puede haber casas en el monte. La gestión de los bosques tiene que ir acorde con el urbanismo”.
Admite que los servicios de extinción de incendios no dieron abasto en los últimos días, pero afirma que es “normal” teniendo en cuenta la gran cantidad de focos y su proximidad a los núcleos urbanos. “Están diseñados para apagar incendios en el monte, no en perímetros rurales o urbanos”, argumenta. Como experto en gestión forestal, Manuel Marei apuesta por una planificación del monte “coordinada” con el desarrollo urbanístico. “No existen las recetas maravillosas”, advierte.
-Está claro que los medios no son suficientes, ¿o sí?
-En una situación de urgencia se buscan todos los medios posibles. Lo que se plantea aquí es que los planes Infoga de la Xunta
-los sistemas de lucha contra los incendios que se renuevan todos los años- establecen que hay unas necesidades en esta materia, y de acuerdo con ellas se concretan unos medios. Pero cuando la situación se desborda, como en este caso, todos esos recursos no sirven para nada. Un símil: el servicio de ambulancias está diseñado para unas determinadas necesidades, y si empezasen a sucederse accidentes o atentados de forma extraordinaria, nunca podría atender a todo el mundo. Es justo lo que pasa aquí.
-¿Y cuál es la solución entonces para luchar contra esta oleada de incendios?
-¡Uff! Contra los de esta tipología específica la única solución es coger a la gente que los provoca. Es muy difícil detener su avance con tantos frentes y las condiciones meteorológicas actuales, sin lluvia y con tanto calor. Las torres de vigilancia los detectan, pero los servicios de intervención inmediata, que deben dar una respuesta en menos de veinte minutos, no pueden dar abasto. Los servicios contraincendios forestales están diseñados para apagar fuego en el monte, y aquí no estamos haciéndolo en el monte, sino en perímetros rurales y, en algunos casos, urbanos. Son circunstancias diferentes. En estas situaciones los medios aéreos se ven muy limitados, los bulldozers también, porque la orografía y las edificaciones no les permiten avanzar como necesitarían. Estas circunstancias especiales, con muchos focos, hacen que la extinción sea muy compleja. Son demasiados fuegos, y de mucha importancia, y lo prioritario es proteger las viviendas, por lo que los servicios tienen que estar moviéndose de un foco a otro sin apagar el anterior totalmente. Se pierde tiempo.
