Incendios forestales: la amenaza estival de algunas viviendas

Incendios forestales: la amenaza estival dealgunas viviendas

28 July 2006

published by http://www.elmundo.es


Imagen de archivo de un incendio en Camp del Turia, Valencia / BENITO PAJARES Y VICENTE BOSCH

Con lo puesto, casi sin opción de mirar atrás, 400 vecinos de las localidades valencianas de Vilamarxant y Pedralba tuvieron que abandonar la semana pasada sus casas con miedo de no volver a encontrarlas nunca más en pie. Un incendio forestal declarado en la zona, que ha quemado una superficie de 194 hectáreas, amenazaba con consumirlas bajo las llamas.

Apenas unos días antes, a un millar de habitantes de Conil de la Frontera (Cádiz) también les tocó la desagradable lotería de huir forzosamente y a toda prisa de sus hogares, empujados por la proximidad del fuego incontrolado. Una escena que, con pocos cambios en el guión, vivieron a principios de mes los 70 residentes de una aldea onubense, La Corte de Santa Ana la Real, desalojada al completo como medida preventiva por la misma causa.

Cada verano los incendios se acercan peligrosamente a áreas urbanas y en el peor de los casos dejan allí estampada su huella. Aunque ni el Ministerio de Vivienda ni el de Medio Ambiente llevan la contabilidad de las casas que desaparecen pasto de las llamas, algunas comunidades reconocen que todos los años tienen que lamentar pérdidas materiales en este sentido.

La cuestión es: ¿se toman medidas preventivas antes de poner los ladrillos en las proximidades de zonas verdes? La respuesta es sí. Al menos, teóricamente. Sin embargo, las competencias en esta materia están transferidas a las comunidades autónomas y su desarrollo depende en la mayoría de las ocasiones de la voluntad de los ayuntamientos.

«La cercanía entre viviendas y superficie forestal hace que exista un peligro real para la vida de sus habitantes en caso de que se declare un fuego», explica Lourdes Alonso-Martirena, jefa del Servicio de Incendios Forestales de la Comunidad de Madrid (CAM). De hecho, el 87% de la superficie quemada en la región corresponde a zonas denominadas interfaz urbano-forestal, que comprenden los terrenos colindantes e intermedios entre naturaleza y núcleos de población.

Según detallan en el Gobierno madrileño, el desarrollo de medidas preventivas se debe contemplar en un Plan de Autoprotección ante Incendios Forestales cuya elaboración corresponde a los residentes y propietarios de empresas ubicadas en ese área. «Deben disponer de un informe favorable de la CAM a través de la Consejería competente o del Organismo Municipal que tenga otorgadas las competencias en materia de prevención», aseguran las mismas fuentes.

Estas disposiciones son pasivas: establecimiento de una infraestructura vial apta para vehículos pesados de extinción, tratamientos selvícolas de la vegetación colindante, precaución con los elementos ornamentales y auxiliares para el mantenimiento de las parcelas…; y activas: determinación de la salida, de los lugares a los que hay que dirigirse en caso de evacuación, de la manera de operar de las Fuerzas de Seguridad, etcétera.

En Andalucía «todas las urbanizaciones con entornos forestales están obligadas a hacer un Plan de Autoprotección dentro del Plan Local de Emergencia», afirman en la Consejería de Medio Ambiente. Aunque la comunidad cifra en 2.000 el número de complejos que deberían contar con esta serie de medidas preventivas, en el Gobierno regional reconocen que «pocos las tienen».

La Generalitat Valenciana, a través de la Consejería de Territorio y Vivienda, también tiene una normativa aplicable «en las zonas edificadas y en los establecimientos industriales, limítrofes o interiores, a áreas forestales». Entre otras cuestiones, debe existir una franja de 25 metros de anchura que separe el área urbanizada de la naturaleza, «permanentemente libre de vegetación baja y arbustiva», y dos vías de acceso alternativas con una anchura mínima de cinco metros.

WWF Adena advierte sobre las áreas más susceptibles de ser reclamo de las llamas. El norte de Madrid hacia la Sierra de Guadarrama y las costas catalana, levantina y malagueña son las zonas con nivel rojo de peligro, según Félix Romero, director del Programa Forestal de la asociación.

MARTA BELVER


 

Print Friendly, PDF & Email
WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien