Incendios forestales

Incendios forestales

18 March 2006

published by www.elheraldo.hn


Honduras — Los bosques hondureños, que todos los días son sometidos a la tala irracional, en esta época del año enfrentan otro terrible enemigo: los incendios forestales.Los incendios forestales son causados por el descuido originado en la falta de consciencia ciudadana sobre la necesidad de cuidar los bosques, por prácticas agropecuarias arcaicas, por falta de medidas preventivas y hasta por una tendencia patológica que sufren algunos individuos, que es el menor de los casos, aunque equivocadamente llamamos “pirómanos” a todos los incendiarios.

Este tipo de destrucción forestal es incluso peor que la tala, ya que también arrasa con árboles jóvenes, y con toda la flora y la fauna existentes, aumenta la contaminación del ambiente, impacta de forma inmediata en las fuentes de agua y permite la erosión y las inundaciones en la época de lluvia.

La cultura tradicional hondureña, heredada de la Colonia, si bien incluía la nociva práctica agrícola de la quema, era mucho más cuidadosa que en la actualidad, no sólo en las medidas preventivas para evitar la propagación de los incendios como forma de laboreo, sino también con respecto a la protección de las fuentes de aguas.

De esta forma, sin las precisiones técnicas de que se dispone en la actualidad, los campesinos de antaño sabían el ancho que debía tener una ronda, según la inclinación del terreno, para evitar que el fuego se propagara a propiedades aledañas, y también dejaban amplias zonas de arboledas alrededor no sólo de las fuentes de agua, sino también de la depresión por donde pasaba el vital líquido. Cuando se declaraba un incendio en los alrededores de una comunidad, la simple invitación de los alcaldes auxiliares era suficiente para reunir gran cantidad de hombres que inmediatamente salían en defensa del bosque.

En la actualidad, como las leyes, estrategias e instituciones creadas para la protección de los bosques siguen sin dar los resultados esperados, el incremento de las penas para los incendiarios que, según el Código Penal, pueden llegar hasta los 12 años de reclusión, no ha causado mayor impacto en la protección de los bosques y nunca lo tendrá, mientras los causantes de estos desastres ecológicos sigan convencidos de que pueden actuar impunemente.

Como lo hemos expresado muchas veces en este espacio editorial, la impunidad es el mejor aliciente para los delincuentes.Pero también es fundamental una campaña de reeducación del hondureño para despertar la conciencia sobre la urgencia de proteger nuestros recursos naturales, a fin de no heredar a las futuras generaciones un país convertido en un desierto.

Debería comenzarse desde ya en las escuelas y colegios. Quizás en esto puedan colaborar algunas ONG que viven de la protección ambiental, pero que en la práctica no hacen nada. Es urgente detener la destrucción del bosque.


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