Se cumplen 10 años de los incendios forestales que afectaron al cerro Catedral

Se cumplen 10 años de los incendios forestales que afectaron al cerro Catedral

11 January 2006

published by www.elciudadanobche.com.ar


Argentina — Fue uno de los siniestros más graves que vivió esta localidad en los últimos años. Los medios nacionales lo definieron como “catástrofe” e hicieron referencia a pérdidasmillonarias.

Anqui Simonelli -Suboficial de Bomberos Melipal- y Roberto Molina -actual Director de Seguridad y ex Coordinador de Servicios de Incendios- recordaron cómo combatieron aquélfuego.


Roberto Molina, actual Director de Seguridad del Municipio.

En enero de 1996 Bariloche no sabía que iba a protagonizar una de las catástrofes naturales más grandes de la región. El incendio del Cerro Catedral no sólo generó enormes pérdidas naturales y económicas, sino que impuso fuertes medidas de seguridad y prevención tanto en organismos públicos como privados. Luego de este siniestro, desde la órbita política en Buenos Aires, se estimaba que las pérdidas económicas rondarían los 200 millones de dólares.

En tanto, María Julia Alzogaray, que estaba al frente de la Secretaría de Medio Ambiente, fue declarada persona no grata por un grupo de barilochenses auto-convocados, que también pidieron en ese momento su renuncia. Felipe Larriviere, Presidente de Parques Nacionales en 1996, cosechó entonces el mismo repudio. Hoy, una década después, Roberto Pablo Molina -actual Director General de Seguridad de la Municipalidad local y ex Coordinador de Servicios de Incendios- y Francisca “Anqui” Simonelli -Suboficial Ayudante de Primera de Bomberos Melipal- recordaron a El Ciudadano cómo vivieron aquellos días en los que la voluntad y el esfuerzo impidieron un mayor avance del fuego.

“Este siniestro no sólo significó un cambio en la mentalidad de la población, sino también en el de las autoridades. Fue el Gobierno Nacional quien tomó este caso como bisagra para formar el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (Splif)”, aseguró Molina. Por su parte, la Suboficial Simonelli señaló: “Fue una de las intervenciones más importantes que tuve. Creo que de los que estuvimos ahí, nadie olvidó ese día”.

Testimonio

Molina recordó que el día de los incendios en Catedral “el fuego se originó cerca del mediodía, en el mismo momento en que controlábamos unos focos en la ladera Sur del Cerro Otto”. El actual Director de Seguridad agregó que “aunque no contábamos con los medios y recursos humanos necesarios para semejante incendio, le hicimos frente al fuego desde el primer momento, pero al constatar la magnitud del desastre, solicitamos la intervención de todas las instituciones encargadas de combatir incendios forestales en la ciudad”. Aquel día, el fuego logró propagarse en dirección Sur y alcanzó en pocas horas las áreas que bordean el complejo turístico invernal del cerro, un hotel de la Villa Catedral, tres casas y la ladera Oeste del Cerro San Martín.


Los incendios forestales de 1996 afectaron gran parte de la villa Catedral.

Fueron muchas las instituciones que trabajaron en conjunto para controlar y luego extinguir de manera definitiva el incendio, entre ellas la Corporación Nacional Forestal de Chile (Conaf), el Servicio de Incendios de la Provincia de Santa Cruz, Parques Nacionales, Bomberos de la Policía Federal, Ejército, Gendarmería, Bomberos Voluntarios de Bariloche, Bomberos Centro, Melipal y Ruca Cura, Club Andino Bariloche, la Secretaría de Seguridad y vecinos auto-convocados, que sin tener las herramientas y los equipos de protección personal necesarios, velaron por el cese del fuego durante semanas.

“La amargura y la bronca del momento sirvió para adquirir la tecnología y el equipamiento con el que hoy se está trabajando”, reconoció Molina y añadió: “Además, se tomaron decisiones tales como prohibir el uso de pirotecnia, capacitar a los integrantes de cada uno de los servicios de seguridad y organizar el accionar coordinado de los diferentes organismos nacionales, provinciales, municipales y civiles”. Finalmente, el funcionario sostuvo que “debemos agradecer a todos aquellos que empuñaron por aquellos días una pala y que con esfuerzo y voluntad ayudaron a proteger los bosques y las bellezas naturales que hoy nos rodean”.

El recuerdo

Francisca Simonelli -a quien todos conocen en Melipal como “Anqui”- fue la primera mujer bombero de la provincia de Río Negro. Llegó a Bariloche en 1987, pero anteriormente
-desde 1984- había formado parte del Cuerpo Activo de Voluntarios de La Matanza, en Buenos Aires, ya que residía en la localidad de Ramos Mejía. Este año cumplirá 22 años como bombero. Y su intervención en los incendios forestales que afectaron a Catedral fue uno de los siniestros que jamás olvidará.

“El día que comenzaron los incendios forestales, la sirena sonó poco después de las dos de la tarde. Era fin de semana y estábamos casi todos aquí en el cuartel, porque los hijos de los bomberos (algunos de ellos eran cadetes) habían organizado un campamento”, recordó la actual Suboficial Ayudante de Primera. “Se irían a lago Gutiérrez a cargo de Leandro Fernández, quien actualmente es jefe del cuerpo activo en Melipal”, relató y agregó: “Estábamos cargando los autos y preparando la comida, a punto de salir, cuando recibimos el llamado. Fue una salida que nunca voy a olvidar”.

Desde adentro

En el combate del fuego, voluntarios de todos los cuarteles de la ciudad trabajaron en conjunto con otras entidades durante las 24 horas. Justamente en el cuartel de Melipal, cuya jurisdicción abarca a toda la Villa Catedral, se comenzaron a organizar equipos de trabajo y relevos cada 4 ó 5 horas. “El cuartelero se encargaba de armar una lista con las dotaciones que estaban trabajando y a la vez iba llamando a otros bomberos para corroborar quiénes estaban disponibles y en qué horarios; así armaba relevos. Yo estuve tres días sin ir a mi casa nada más que para bañarme”, repasó Anqui. Según el testimonio de Simonelli, en aquellos días todo se concentraba en el cuartel central de Melipal, incluso las comidas y el descanso, ya que algunos bomberos dormían en la estación entre relevo y relevo.

Asimismo, Anqui recordó otros detalles de esta intervención histórica, en la que también prestó colaboración personal de Bomberos Campanario, institución que se había creado un año antes, en 1995: “Muchos de esos bomberos habían hecho su instrucción en este cuartel y su personal vino a colaborar con nosotros. Para mí fue una de las intervenciones más importantes. Trabajábamos combatiendo el fuego en la Villa Catedral durante la noche. La primera vez que salimos por estos incendios recuerdo que había sido un foco en la zona de Virgen de las Nieves. Pero luego se expandió y llegó hasta la villa. Ese día, más tarde, volví a salir pero en un Unimog, que era nuestra unidad de apoyo para incendios forestales”.

Cara a cara con el fuego

Durante la primera jornada pasó algo que la Suboficial Simonelli nunca olvidará: “Hicimos un cortafuego en la ruta a Catedral, formado por los camiones y por nosotros, los bomberos. Ocupábamos una línea de unos 100 metros. Había personal de todos los cuarteles. Nos ubicamos paralelos a la ruta y armamos escudos de agua para evitar que el fuego cruzara y tomara la villa. Pero no pudimos.

Era el atardecer. No me olvido el ruido de las llamas, que pasaron por encima nuestro. Fueron segundos y se me pasó toda mi vida por la cabeza. Escuché una voz, no recuerdo la de quién, que dijo que replegáramos. Cuando me subí al móvil pregunté por mis compañeros, porque había dos a los que no veía. No había buena visibilidad. Las botellas de agua que llevábamos en el móvil para hidratarnos, se habían achicharrado por el calor. Juntamos el material, nos reorganizamos y fuimos a trabajar sobre la villa, hacia donde se había trasladado el fuego. Cuando llegamos, ya había casas quemadas y focos, que fuimos apagando. Creo que de los que estuvimos ahí, nadie olvidó ese día”.

Los daños

El primer foco apareció en el cerro Otto en diciembre de 1995. Luego, a principios de enero de 1996, ardieron el Valle del Chall Huaco y parte de la Estancia San Ramón. Días más tarde, el fuego avanzó sobre la zona de Catedral. Las crónicas periodísticas de hace una década referían que las llamas alcanzaban 15 metros de altura, que se formaron frentes de fuego de 30 metros y que como consecuencia de este incendio se perdieron unas 12 mil hectáreas de bosques.

Los medios nacionales definieron al siniestro como una catástrofe, mientras que desde el ámbito político en Buenos Aires las pérdidas se estimaban en unos 200 millones de dólares. Las organizaciones ecológicas aseguraban que de las especies de flora afectadas, las de crecimiento más rápido tardarían 20 años en resurgir, al tiempo que adelantaban que a algunas les llevaría medio siglo y a otras, hasta un siglo volver a crecer. Además, el fuego se llevó varias especies de fauna.

En aquel momento, el entonces Presidente Carlos Menem envió como representante del gobierno nacional a Andrés Antonietti, quien estaba al frente de la Secretaría de Seguridad. Ese mes de enero de 1996 asumió públicamente que llegaba a esta ciudad para ponerse al frente del operativo antifuego. La Ingeniera María Julia Alzogaray era titular de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación y tanto ella como Felipe Larriviere -quien era por entonces Presidente de Parques Nacionales- fueron declarados personas no gratas por un grupo de vecinos de Bariloche que se habían auto convocado y que en pocos días habían logrado reunir 20.000 firmas en repudio a estos funcionarios, a quienes también les pidieron la renuncia.

Los combatientes

Las siguientes entidades trabajaron en el control y extinción de estos incendios forestales:
* Defensa Civil
* CONAF (Corporación Nacional de Forestación, que intervino con 60 brigadistas)
* Servicio de Incendios de la Provincia de Santa Cruz (colaboraron 15 Brigadistas)
* Bomberos de la Policía Federal
* Ejército
* Gendarmería
* Voluntarios de todos los cuarteles de bomberos de San Carlos de Bariloche.
* Parques Nacionales.
* Club Andino Bariloche. 


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