Culpables los vacacionistas de gran porcentaje de incendios forestales
Culpables los vacacionistas de gran porcentaje de incendios forestales
18 December 2005
published by www.milenio.com
Mexico — De los 198 incendios forestales que se registraron en la entidad en lo que va del año, más del 33 por ciento fueron ocasionados por vacacionistas que dejaron las fogatas encendidas o de manera imprudente tiraron sus colillas de cigarro prendidas.
Los incendios provocaron daños a mil 260 hectáreas de terrenos, destacó el coordinador estatal de Incendios Forestales de la Gerencia Golfo Centro de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Javier Soto Domínguez.
Los porcentajes
El funcionario de la Conafor expresó que el 22 por ciento de los siniestros fueron provocados por las fogatas de los paseantes, y 11 por ciento por cigarros de los mismos.
El funcionario destacó que el 95 por ciento de la vegetación que se perdió en los incendios forestales era arbustiva y vegetación base; el resto renuevo de pino y encino en la zona de Los Tuxtlas, Perote y el Valle de Orizaba, principalmente.
Con el propósito de evitar que los problemas se incrementen en esta temporada vacacional decembrina, en que es común la presencia de paseantes en la zona del Valle de Perote y el Cofre de Orizaba, han implementando un programa emergente en las montañas más visitadas.
Coordinación con VVV
El Coordinador de Incendios Forestales de la Conafor indicó que en coordinación con Sedena, Gobierno del Estado, Desarrollo Forestal y Policía Federal Preventiva, las autoridades estarán muy atentas a fin de que lo vacacionistas que suban a las montañas reciban trípticos informativos, pero sobre todo instrucciones de cómo hacer las fogatas y que deben apagarlas correctamente.
Asimismo, Soto Domínguez destacó que la práctica de quema de siembras después de la cosecha persiste de tal suerte que el 31 por ciento de los incidentes forestales fueron resultado de esas quemas agropecuarias.
Por último, informó que la tala clandestina y la caza furtiva generaron también accidentes, pues los taladores, para no dejar huellas, deciden quemar las evidencias de sus actos.
