Incendio en el Valle de Cocora, reserva forestal del Quindío, afectó a palmas de cera
Incendio en el Valle de Cocora, reserva forestal del Quindío, afectó a palmas de cera
21 September 2005
published by eltiempo.terra.com.co
Colombia — Seis hectáreas se han perdido. Más de 40 bomberos luchan contra lasllamas.
Como gigantes que morían de pie, palmas de cera de 50 y hasta 70 metros que demoran medio siglo o más en adquirir esa altura y que solo se reproducen en zona boscosa fueron arrasadas en minutos por las llamas.
Su caída retumbaba en estas montañas de Salento, sede de la Reserva Forestal del Valle de Cocora, que alberga la mayor área sembrada del árbol nacional de Colombia.
El incendio forestal acabó con seis hectáreas de esta reserva del norte de Quindío, donde la especie es uno de los mayores atractivos.
Las llamas que fueron controladas al caer la tarde de ayer se iniciaron en la finca San José, de la vereda Cocora, en el valle del mismo nombre, por donde corre el río Quindío.
La tragedia ecológica se produce tres días después de celebrarse una ceremonia religiosa y los actos protocolarios con ocasión del Día de la Palma de Cera, el pasado sábado.
El fuego empezó el martes en la madrugada, al parecer porque una pira para hacer carbón estalló. Han resultado afectadas unas seis hectáreas y aunque se han controlado las llamas, seguimos luchando para evitar que se extiendan, dijo el comandante de Bomberos de Salento, capitán Javier Echeverri.
Daño irreparable
Los 20 bomberos del municipio, con apoyo de colegas de Circasia, Filandia, Armenia y Calarcá, además de personal de la Cruz Roja y la Defensa Civil, atendieron la emergencia. Con sierras crearon un área para aislar la zona afectada, pero lo empinado del lugar dificultó su trabajo.
En total, unos 40 hombres con palas, machetes, batefuegos, azadones y bombas de espaldas lucharon contra la cuesta y las llamas. Sin embargo, las condiciones climáticas y los fuertes vientos no les ayudaron.
Ayer al mediodía, luego de más de 30 horas de luchar contra el incendio, este se reactivó en otro sector, arrasando con encenillos, robles y palma de cera.
Diego Duque, biólogo vinculado a la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ), explicó que la zona del incendio está a unos 2.300 metros sobre el nivel del mar.
Se trata de una zona de alta importancia ecológica, donde aflora el agua que origina el río Quindío, del cual se surten las poblaciones de Armenia, La Tebaida y Circasia, dijo.
Además de la palma de cera, aquí se encuentran otras especies vegetales propias de páramo. También hay colibríes, tucanes, águilas, pavas de monte y guatines. En la zona donde ocurrió el incendio se ha detectado la presencia de pumas y se han descubierto huellas de oso de anteojos.
Estragos del humo
Los bomberos que lucharon para controlar las llamas también sufrieron los rigores del incendio. Héctor Gañán, voluntario desplazado desde Armenia, rodó unos 25 metros por entre cenizas y leños humeantes. Sus compañeros bregaron durante casi una hora para evacuarlo del lugar y trasladarlo a un centro hospitalario.
El capitán Echeverri contó que varios bomberos debieron ser atendidos por la Cruz Roja debido a la exposición al humo y la fatiga producida por la altura del lugar.
Paradójicamente, hace tres meses miembros de la comunidad embera y sus chamanes celebraron una ceremonia llena de rezos y conjuros. Clamaban a sus dioses para que protegieran este santuario natural.
Un lugar mágico
El Valle de Cocora, la puerta de entrada al Parque Nacional de los Nevados, es un extenso terreno a 11 kilómetros de Salento con nombre de princesa india y sembrado con cientos de palmas de cera, el árbol nacional de Colombia desde septiembre de 1985.
Esta es la mayor reserva de esta palma en el país. Este es el único lugar del mundo donde la planta crece unos 70 metros a la mayor altura sobre el nivel del mar: 3.000 metros.
Su nombre científico xeroxilon quindiensis se lo dio el sabio alemán Alejandro Von Humboldt.
Allí también crecen encenillos, chusques y vegetación típica de prepáramo. Por su riqueza natural, estos bosques rodeados de colinas que conforman el Valle fueron declarados Reserva Biológica el año pasado.
